Comienzan los controles de ruido en la zona de vinos mediante sonómetros

La Policía Local de Torrelavega comenzará a partir del próximo fin de semana a controlar los niveles de ruidos en la zona de vinos en los locales de diversión, mediante los sonómetros que han sido adquiridos por el Ayuntamiento, además de hacer cumplir con rigor la nueva ordenanza sobre convivencia.


Este anuncio ha sido realizado por la alcaldesa de Torrelavega, Blanca Rosa Gómez Morante, a la asociación de vecinos de la zona de vinos, con la cual se ha reunido junto a responsables de varias concejales y de la Policía Local para analizar los problemas de convivencia que se producen en esta zona de la ciudad.


Así, ha explicado que los sonómetros tienen por objeto determinar en tiempo real qué locales emiten más ruido del permitido durante las noches de los viernes y los sábados, momento en que la problemática es mayor, para poder tramitar así las correspondientes sanciones.


Gómez Morante también ha anunciado a los vecinos la intención municipal de «aplicar con rigor» la normativa sobre convivencia, que ha sido modificada hace unas semanas para adaptarla a las nuevas circunstancias, y esperar a que en 2007 entre en vigor una nueva ley que regulará las emisiones de ruidos en las ciudades.


La nueva ordenanza establece las sanciones y la tipificación de los daños en faltas leves, que conllevarán multa de hasta 600 euros; graves, hasta 1.500 euros; o muy graves, hasta 3.000, suponiendo su acumulación el endurecimiento de la sanción y la responsabilidad penal.


En esta norma se incluyen varios apartados relativos a las situaciones que se producen en la zona de vinos y que provocan reiteradas denuncias de los vecinos, en especial actuaciones como la rotura de vidrios en las aceras, o el incumplimiento repetido de los horarios de cierre y niveles de ruido en los bares.


En el articulado también se detallan los daños y alteraciones prohibidos, figurando por ejemplo la rotura, quema o pintado de mobiliario urbano, edificios o señales, esparcir folletos o papeles en las calles, romper árboles o estropear jardines, arrojar chicles al suelo o pegar carteles en lugares no autorizados.


Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos San José, José Manuel Natividad, ha valorado como «satisfactorio» el compromiso adquirido por la alcaldesa, ya que coincide con sus reivindicaciones para conciliar la tranquilidad de los residentes con las actividades hosteleras.