El secretario general del PSOE en Torrelavega, Aurelio Ruiz Toca, ha rechazado las acusaciones lanzadas días atrás por el sindicato USO, sobre una supuesta campaña de acoso del partido contra el proyecto de central térmica de Sniace, aunque ha asegurado que los socialistas están «en permanente campaña de información a los ciudadanos» sobre los efectos de estas instalaciones sobre la salud.
A su juicio, a Torrelavega lo que le hace falta es «mucha luz» para poder enjuiciar los proyectos de centrales térmicas que se plantean, «de manera que los ciudadanos puedan decidir, en libertad y con criterio, sobre si conviene aceptar o no la construcción de una, dos o tres instalaciones de este tipo».
Según Ruiz Toca, el PSOE no tiene nada ni a favor ni en contra» de la central térmica de Sniace -de 800 megawatios de potencia a instalarse cerca de Torrelavega-, pero sí está «muy preocupado» por la carga negativa medioambiental que tendrá la comarca con la construcción de cualquiera de los tres proyectos existentes.
Ha recordado que, según los últimos datos aportados, la comarca se encuentra «en el límite» de la carga contaminante negativa, situación que se podría agravar con la instalación de alguna de las centrales térmicas planteadas, una la de Electrabel-Sniace, otra la de Solvay-Viesgo y una tercera en el Valle de Buelna.
El representante socialista ha reiterado que nadie puede pretender que se oculte información a los sobre las centrales térmicas, y por eso acusó a USO de «estar permanentemente en la oscuridad», razón por lo cual considera «le faltan luces» para entender un problema que afecta a la calidad de vida de los ciudadanos durante generaciones.
«El PSOE manifiesta su preocupación ante los posibles efectos de las centrales sobre el medio ambiente y la calidad de aire, pero no dice ni sí ni no a un proyecto concreto, pues entendemos que el problema es global», ha asegurado el portavoz socialista.
Además, ha rechazado que el PSOE tenga una doble vara de medir los proyectos de centrales térmicas y ha reiterado que a los socialistas les preocupa el incremento de los efectos negativos de estas instalaciones sobre el medio ambiente.