La alcaldesa inaugura el remodelado Puente de La Barquera

La alcaldesa de Torrelavega, Blanca Rosa Gómez Morante, y miembros de la Corporación Municipal han inaugurado el remodelado puente de mina o Puente de La Barquera, acto al que se sumaron decenas de vecinos del Barrio Covadonga y de los pueblos de Torres, La Barquera y Mijarojos, así como torrelaveguenses en general.

La regidora municipal procedió a cortar la cinta simbólica de reapertura del paso por el puente sobre el río Besaya, iniciando ella misma el recorrido hasta la otra margen, acompañada por los concejales y los numerosísimos asistentes.

La celebración continuó con una parrillada en las pistas deportivas del propio Parque de La Barquera, actuando en el templete allí instalado el grupo de danzas Nuestra Señora de Covadonga y el coro Otoño Musical.

De esta manera y, tras los trabajos de rehabilitación costeados por el Ayuntamiento, se ha procedido a la reapertura del puente de La Barquera, para que los vecinos del Barrio Covadonga puedan disfrutar del Parque de La Viesca.

Blanca Rosa Gómez Morante ha recordado que el presupuesto de ejecución de las obras ha sido de 88.300 euros, habiéndose realizado la obra en el plazo de siete semanas. También ha destacado que la remodelación respondía al compromiso contraído con los vecinos del Barrio Covadonga.

La alcaldesa ha recordado esta la pasarela fue construida en las primeras décadas del siglo XX y cuenta con una importancia tradicional y cultural que unida a las peculiares características de la cuenca hidrográfica en que se ubica, ha hecho que el Ayuntamiento se haya decantado por esta forma de rehabilitación, que además ha contado con la aceptación de todos  los grupos políticos que componen la Corporación Municipal y por los propios vecinos.

 
El tratamiento que se le ha dado a la estructura se ha llevado a cabo de manera íntegramente manual, incidiendo tanto sobre el deterioro de pilas y tablero como sobre la estructura metálica portante del puente. A tal efecto, se ha realizado el saneamiento de las zonas expuestas, mediante chorreado y limpieza de las superficies, a fin de eliminar las inclusiones;  y a continuación, pasivación de las armaduras e inyección de grietas y fisuras.