La alcaldesa recibe al actor José Sacristán, Premio Demetrio Pisondera

La alcaldesa de Torrelavega, Blanca Rosa Gómez Morante, ha recibido en el Ayuntamiento al actor José Sacristán, con motivo de la entrega del Premio Demetrio Pisondera por parte del Festival Internacional de Cortometrajes.

Para él, este premio «va más allá del puro reconocimiento personal», significa que «no lo has hecho del todo mal».

Mostró su orgullo por recibir el Premio al saber del hombre en memoria del que fue instituido, un personaje que le recuerda al Tío Manquilla de su infancia en Chinchón, «un arcángel» que gracias a su trabajo en el cine local, desde taquillero a proyector, le descubrió este mundo al que ha dedicado su vida.

Sacristán, a sus 69 años y tras 50 como actor, dijo sentirse «muy agradecido», porque este «negocio» le ha permitido hacer realidad la idea que tenía desde niño, ese «juego» de la interpretación del que han surgido más de un centenar de películas, obras de teatro y musicales.

José Sacristán ha afirmado que los musicales en España «son un espejismo, son más los fracasos que los éxitos», añadiendo que los triunfan lo hacen gracias a fuertes inversiones publicitarias y a una financiación «que viene de gente de fuera del teatro».

En cuanto al cine, Sacristán ha asegurado que no le ofrecen proyectos arriesgados y apasionantes, y antes de «aburrirme mortalmente» interpretando personajes que no le resultan interesantes prefiere hacer teatro o quedarse en casa.

«Para mi, lo predominante, el ingrediente insustituible es el juego, nada más y nada menos que jugar a convencer a los otros de que eres el que no eres, y que les pase algo. Si echas mano, previamente, de algo parecido a lo cultural, a lo artístico o a lo social, ya lo estás jodiendo. Esto es un salto en el vacío», HA señalado el actor.

Sin embargo, manifestó no tener ningún tipo de «acritud» y entender perfectamente que los directores jóvenes quieran contar historias de gente de su edad, añadiendo que no tiene ningún problema en hacer de padre o de abuelo, «siempre y cuando sea un buen papel».

El actor ha subrayado que «ya no tengo 30 años» y no está dispuesto a hacer cualquier cosa, porque «tengo la bombona pagada», así que este año ha decidido «no hacer ningún trabajo» actoral, y dedicarse a dar charlas y escribir.