El Ayuntamiento de Torrelavega ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Norte que amplíe hasta el 31 de octubre de 2007 la autorización a Sniace para verter al río Saja, que ayer fue revocada por el Consejo del Agua, ante el convencimiento de que la empresa ahora sí cumplirá sus compromisos descontaminadores.
Esta petición ha sido ante Confederación por el representante de Torrelavega en el Consejo del Agua, José Manuel Ruiz Viadero, para quien la revocación que permite verter al río es «una medida drástica, desproporcionada y negativa para los intereses de la ciudad y de los trabajadores».
Viadero, que junto al representante de Solvay fueron los únicos de los miembros del Consejo que votaron contra la revocación, entiende que quienes sí apoyaron la retirada de la autorización lo hicieron porque «no tienen un conocimiento profundo de la realidad de Torrelavega».
En este sentido, considera que la ampliación del plazo «no es mucho pedir», pues aseguró «estar convencido» de que Sniace aplicará un nuevo calendario para regularizar los vertidos que se había comprometido a reducir antes de 2005, aunque reconoció no tener «ninguna garantía efectiva» de que la empresa lo llevará a cabo.
Pese a ello, ha defendido la ampliación del plazo para verter al río, ya que desde el Ayuntamiento se considera «que no es aconsejable» retirar la autorización, insistiendo en las «negativas consecuencias» que la medida tendría en el tejido social de Torrelavega y en los trabajadores de la empresa.
Ha asegurado que el «horizonte final» de los vertidos al río para Sniace debe estar en octubre de 2007, fecha en la cual todas las empresas deberán cumplir lo dispuesto en la ley que regula las autorizaciones ambientales integradas.
Además, ha reconocido que Sniace ha incumplido «de forma reiterada» sus compromisos anteriores sobre el plan de vertidos y por ello debe hacer «importantes inversiones» para poder cumplir la normativa en el año y medio que resta hasta octubre de 2007, algo de lo que considera «no se puede eximir» a la empresa.
Preguntado sobre cómo valora la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de votar a favor de la revocación de vertidos, Cruz Viadero ha desvelado que ésta emitió «un voto particular y matizado», en el sentido de que Sniace debe cumplir la normativa pero apoyando se le concediese una nueva autorización.
A su juicio, este voto y el de quienes apoyaron la revocación pudiera responder al «grado de desconfianza» que generan los reiterados incumplimientos de Sniace de sus anteriores compromiso, aunque estima que el último de reducir los vertidos se ha debido a la mala situación económica por la que ha atravesado.
También ha asegurado que Sniace «está muy lejos de cumplir la normativa» de vertidos, aunque ha defendido que en esta ocasión existe voluntad por parte de la dirección para reducir sus vertidos, voluntad mostrada por los responsables de la sociedad a los mandatarios del Ayuntamiento de Torrelavega.
Preguntados sobre cual es el proceso a seguir a partir de ahora, Cruz Viadero ha enviado un mensaje de «absoluta tranquilidad» a los ciudadanos de Torrelavega, a los trabajadores y proveedores de Sniace, ya que a su juicio la empresa podrá seguir desarrollando su actividad «con normalidad a corto y medio plazo».
En este sentido, ha anunciado que la decisión del Consejo del Agua «de momento» no tendrá ningún efecto sobre Sniace, ya que ahora se inicia un procedimiento administrativo contra el cual se pueden interponer recursos de reposición o contencioso ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Además, de forma paralela, Sniace podría solicitar una nueva autorización de vertidos, aunque para que le sea concedida, según ha informado la Confederación Hidrográfica del Norte deberá adecuar sus emisiones a las cada vez más exigentes normativas medioambientales.
Para Cruz Viadero, sólo si Sniace incumple de nuevo sus compromisos de reducir los vertidos al río Saja antes del 31 de octubre de 2007, sería el momento de adoptar medidas como la revocación que ayer aprobó el Consejo del Agua.